Aqualia y el mundo científico, juntos en la transición hacia una economía baja en carbono

Desarrollar tecnologías climáticamente inteligentes e invertir en energías renovables que contribuyan a disminuir el impacto sobre el cambio climático para avanzar hacia una economía baja en carbono. Esta es la estrategia de Aqualia para alcanzar un nuevo modelo de gestión del agua más sostenible, en línea con los ODS 7 “Energía asequible y no contaminante”, ODS 11 “Ciudades y Comunidades Sostenibles” y ODS 13 “Acción por el clima”.

Para ello Aqualia colabora de forma activa con organizaciones científicas y universidades, desarrollando nuevas tecnologías que garanticen agua de calidad, con procesos más sostenibles. Estas soluciones innovadoras suponen un beneficio directo en los servicios que reciben los ciudadanos y, por lo tanto, en su calidad de vida. Un ejemplo de ello es el proyecto All-gas, desarrollado por Aqualia en la depuradora de Chiclana (Cádiz) para la producción sostenible de biocombustible a base del cultivo de microalgas a bajo coste. El uso en vehículos de este biogás arroja un 80% menos de emisiones de CO2 que un vehículo alimentado con gasolina.

En la nueva entrega de su campaña #ConexionesAqualia, centrada en la relación con el mundo científico, la compañía analiza el papel tan importante que va a jugar la ciencia, la tecnología y la innovación para apoyar la consecución de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La colaboración del sector del agua con consorcios, instituciones y entidades del mundo científico para desarrollar proyectos de innovación sostenibles desde el punto de vista económico, ambiental y social será clave en este sentido.

Compromiso 2030: Cero emisiones

Juan Arévalo, jefe de proyectos de I+D+i de Aqualia, y Daniel Puyol, investigador senior en la Universidad Rey Juan Carlos dentro del Grupo de Ingeniería Química y Ambiental, son los dos expertos que analizan la situación actual y los nuevos retos que enfrentan en el desarrollo de tecnologías emergentes de bajo impacto ambiental.

Juan Arévalo  firma el blog de #ConexionesAqualia con el Mundo Científico. En él explica cómo los proyectos de investigación están propiciando un cambio radical en los procesos de tratamiento y depuración de las aguas. En concreto, destaca la aportación del proyecto MIDES en el que él interviene directamente. Este proyecto europeo, liderado por Aqualia, “tiene como objetivo desarrollar un sistema único e innovador para la obtención de agua potable mediante procesos avanzados de desalación con bajo coste energético”.

Por su parte, el investigador Daniel Puyol  colabora con Aqualia en el proyecto Deep Purple que se desarrolla en la depuradora de Estiviel (Toledo) con el objetivo de generar bioproductos a partir de residuos urbanos. En la video-entrevista, Puyol expone la contribución de este proyecto en la transición a una economía circular: “emplea energía solar y convierte el agua residual  en productos de alto valor añadido como los bioplásticos. El beneficio social es muy claro al utilizar una tecnología que, en principio, está destinada para tratar aguas residuales y la convierte en productos cotidianos que pueden ser utilizados por la sociedad (bioplásticos, biocosméticos, biofertilizantes)”. El investigador de la Rey Juan Carlos concluye destacando que el desarrollo de proyectos de estas características aporta, además, “un claro beneficio para el medioambiente al disminuir considerablemente la huella de carbono”. 

Todos los datos e información están disponibles en la página web www.conexionesaqualia.com. Además, los contenidos de la campaña se pueden seguir también a través de las redes sociales con el hashtag #ConexionesAqualia.